A continuación os dejo unas actividades lúdicas que podéis poner en marcha durante estos días. Cada uno que busque el que mejor se adapta a su hijo. Algunas de ellas ya las hacemos en clase. Animaros para que su lenguaje vaya mejorando.
- Interpretar, contar cuentos y cantar canciones. Los cuentos son el material ideal para favorecer la secuenciación y la comprensión del lenguaje a través de imágenes visuales e historias que motivan a los más pequeños. Es muy importante dejar que sean ellos mismos quienes elijan los cuentos para que aumente su motivación hacia la actividad y lo diferencien de las tareas curriculares. Con las canciones favorecemos el ritmo, la prosodia y la memoria auditiva, además de aprender palabras y construcciones gramaticales.
- Lectura de labios. Uno de los participantes articula una palabra sin voz y el otro mirándole debe adivinar la palabra. Con este juego favorecemos el contacto ocular durante la comunicación y la atención sostenida.
- Jugar al veo-veo y a las adivinanzas. Estos clásicos juegos son una buena herramienta para aumentar el vocabulario, la categorización semántica y las habilidades metalinguísticas.
- Descubrir el mensaje invisible. Vamos a escribir palabras o frases en mayúscula en su mano sin que mire o en su espalda. Aprovechamos para que sean palabras positivas y de ánimo o pueden ser de órdenes y deberá hacerlas: Te quiero, eres importante para mi, estoy orgulloso de ti, sonríe,... dame un beso, mira el techo, da un salto, coge de la mano a tu hermano... Atención, comprensión, decodificación gesto motor-grafía, autoestima.
- Juego de las vocales. Vamos a decir palabras con la /a/, es decir mesa sería "masa", cocina sería "cacana"... ahora con la e, i, o, u. Podemos jugar a adivinar de qué palabra se trata o por turnos vamos diciendo palabras con la vocal elegida. Favorece la atención, discriminación y memoria auditiva además de conciencia fonológica.
- Juego de la oca, parchís, juegos de cartas, etc. Estos juegos aparte de ser muy lúdicos, fomentan la comprensión y el respeto de turnos durante la interacción comunicativa.
- Juego de las palabras encadenadas. Juego ideal para favorecer los prerrequisitos del lenguaje escrito tales como la conciencia fonológica y semántica además de aumentar la fluidez verbal.
- Juegos de roles (médicos, tiendas, mamas y papas, etc.) A través de estos juegos estimulamos el lenguaje en sus tres dimensiones: forma, contenido y uso.
- Juegos de imitación. Hacer muecas y gestos delante de un espejo e imitando emociones y personajes puede ser una actividad muy divertida y adecuada para trabajar la musculatura que interviene en el habla.
- Juego de categorías. Nombrar por turnos palabras de diferentes categorías semánticas (animales, transportes, colores, frutas, etc.) favorece la estructuración del vocabulario para un mejor y rápido acceso al léxico.
- A la búsqueda del tesoro. Con este divertido juego uno de los participantes esconde un objeto y a través de pistas e indicaciones tendrá que guiar al otro para que este último encuentre el tesoro. Así, favorecemos la planificación y la organización del discurso oral.
- Inventamos nombres para objetos cotidianos: Por ejemplo: al vaso lo voy a llamar "pucho". Desarrollamos la imaginación, creatividad y además favorecemos la conciencia fonológica y léxica
- Buscar ratitos para conversar. Aunque no debemos forzar nunca la comunicación si podemos crear un clima relajado y distendido que fomente un intercambio comunicativo donde cada participante pueda contar sus experiencias del día, como se siente y escuchar al otro.
- Parejas. Vamos a formar parejas de palabras. Uno dice una palabra y el otro tiene que decir la palabra pareja. Al principio será el adulto el que diga la palabra y el niño busca la palabra pareja (cuchara- tenedor, gallina-pollitos, colegio-profe, mesa-silla, pajaro-nido). Mejoramos vocabulario, lógica, velocidad de procesamiento.
REPETIR TAMBIEN ES APRENDER. Por eso es tan importante que los niños aprendan una y otra vez cómo deben decir las cosas y si eso lo hacemos con juegos es más divertido.
Hay veces que buscamos materiales novedosos o que están de moda pero con juegos sencillos también podemos estimular el lenguaje y necesitamos muy poco: GANAS DE JUGAR Y PASAR UN RATO CON NUESTRO HIJO. Invertir el tiempo en nuestro hijo es ayudarle a madurar y a mejorar. Por cierto, no siempre hay que dejarle ganar aunque se enfade, lo que debemos hacer es ayudarle a gestionar esas emociones que afloran cuando perdemos (enfado, frustración), a nadie le gusta perder.
Hay veces que buscamos materiales novedosos o que están de moda pero con juegos sencillos también podemos estimular el lenguaje y necesitamos muy poco: GANAS DE JUGAR Y PASAR UN RATO CON NUESTRO HIJO. Invertir el tiempo en nuestro hijo es ayudarle a madurar y a mejorar. Por cierto, no siempre hay que dejarle ganar aunque se enfade, lo que debemos hacer es ayudarle a gestionar esas emociones que afloran cuando perdemos (enfado, frustración), a nadie le gusta perder.
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